Loïs Boisson hace historia: Francia vuelve a semifinales en Roland Garros tras una década

La joven tenista francesa Loïs Boisson ha logrado lo impensable. Con apenas 22 años y ubicada fuera del top 350 del ranking mundial, ha conquistado al público de Roland Garros y ha llevado a Francia de regreso a una semifinal de Grand Slam por primera vez en más de una década. Su hazaña no solo la ha consagrado como la revelación del torneo, sino que ha devuelto la esperanza al tenis femenino francés.

Boisson, que recibió una invitación especial para participar en el torneo, ha sido la gran protagonista del cuadro femenino. En su camino hacia las semifinales, ha superado a tenistas de renombre, incluyendo a la estadounidense Jessica Pegula, número tres del mundo, y a la joven sensación rusa Mirra Andreeva. Esta última fue vencida en un intenso duelo que terminó con marcador de 7-6(6), 6-3, en una Philippe Chatrier repleta y entregada a la causa de su compatriota.

Lo impresionante no es solo su racha de victorias, sino el contexto en que se ha producido. Boisson se encontraba el año pasado alejada del circuito debido a una grave lesión de rodilla. Se rompió el ligamento cruzado anterior y muchos pensaron que su carrera podía estancarse antes de despegar. Sin embargo, regresó más fuerte que nunca. Usó incluso tecnología de realidad virtual durante su recuperación para mantenerse mentalmente activa y trabajar su visualización en la pista.

Ahora, el nombre de Boisson resuena con fuerza. Es la francesa con el ranking más bajo en alcanzar una semifinal en Roland Garros en más de 40 años. Su estilo agresivo, basado en golpes profundos y una poderosa derecha, ha desconcertado a sus rivales y maravillado a la crítica especializada. Sus estadísticas en potencia de golpe están a la par de las mejores del circuito masculino.

La semifinal será aún más desafiante. Su próxima rival es Coco Gauff, la número dos del mundo, conocida por su temple y su experiencia en instancias finales. Sin embargo, Boisson llega con la moral en alto, impulsada por el apoyo local y una confianza ganada punto a punto.

Loïs Boisson ha pasado de promesa desconocida a emblema nacional en tan solo una semana. Y lo ha hecho en casa, bajo la presión de un público que anhelaba una figura femenina que recogiera el testigo de nombres como Bartoli o Mauresmo. Independientemente del resultado en la próxima ronda, su historia ya está escrita entre las grandes gestas del tenis francés.

El futuro es incierto, pero si algo ha demostrado esta joven tenista es que, cuando se combina pasión, talento y resiliencia, no hay ranking que impida soñar.