Liz Truss se apoya en otra mujer para llevar las riendas del Gobierno británico

Liz Truss se apoya en otra mujer para llevar las riendas del Gobierno británico

Reino Unido Liz Truss, en su discurso inaugural como primera ministra: «Juntos podemos capear la tormenta»

La «premier» Liz Truss ha celebrado su primer consejo de ministros en Downing Street, integrado casi exclusivamente por políticos «leales» a Boris Johnson y con la incoporación de Thérèse Coffey como viceprimera ministra y secretaria de Salud. Por primera vez en la historia del Reino Unido, dos mujeres llevan las riendas del poder. Truss ha dado un paso más allá que Margaret Thatcher y Theresa May, que siempre se apoyaron en «hombres de confianza» para el cargo.

Thérèse Coffey sustituye a Dominic Raab, que sale por la puerta de atrás de Downing Street, al igual que Steve Barclay, Grant Shapps y otros ministros que dieron su apoyo al ex secretario del Tesoro Rishi Sunak, el «perdedor» en la carrera por la sucesión de Boris Johnson.

A sus 50 años, Thérèse Coffey había desempeñado puestos de segunda fila con Theresa May y el propio Johnson, que finalmente la ascendió como secretaria de Trabajo y Pensiones en el 2019. Durante la cadena de dimisiones que forzó la salida de Johnson, Coffey defendió al «premier» y luego dio el salto al vagón de Liz Truss, convertida en su asesora de campaña.

La nueva viceprimera ministra, soltera y sin hijos, es católica practicante y tiene un historial de voto ultraconsevador: se opuso a los matrimonios gays y votó en contra de la extensión del derecho al aborto en Irlanda del Norte. También ha protagonizado ocasionalmente tensiones con los pensionistas. Fumadora y con sobrepeso, sus críticos ha cuestionado su aptitud como secretaria de Salud.

Con su cadena de nombramientos -Kwasi Kwarteng como secretario del Tesoro, James Cleverly como titular de Exteriores, Suella Braverman como secretaria de Interior- Liz Truss ha sido criticada desde distintos sectores del Partido Conservador por poner la «lealtad» por delante de la «competencia» y por resistirse a la formación de un Gobierno de unidad (la permanencia de Ben Wallace como secretario de Defensa ha sido sin embargo reconocida por todas las facciones «tories»).

Uno de los nombramientos más polémicos ha sido el de Suella Braverman como secretaria de Interior, en sustitución de la controvertida Priti Patel. Braverman, de 40 años, hija de inmigrantes indios afincados en Kenia e Isla Mauricio, fue fiscal general con Boris Johnson y está considerada como la representante del ala ultraconservadora del partido.

Durante la campaña por el liderazgo tory, en la que concurrió entre los primeros ocho candidatos, Braverman llegó a defender la salida del Reino Unido del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la renuncia al objetivo de emisiones cero en el 2050. Prometió además seguir adelante con el controvertido plan de deportación de refugiados a Ruanda, que esta misma semana ha vuelto a los tribunales (mientras se registraba el récord de más de 27.000 inmigrantes que han cruzado este año el Canal de la Mancha).

Otro nombramiento polémico es el del también ultraconservador Jacob Ress-Mogg como secretario de Empresas y Energía, peses a sus anatemas contra el «alarmismo climático» y su defensa de la industria de los combustibles fósiles. Su ascenso dentro del Gobierno (ya era ministro de «oportunidades» del Brexit) ha puesto en guardia a los grupos ecologistas. Ranil Jayawardena, hijo de inmigrantes de Sri Lanka, será el nuevo secretario de Medio Ambiente.

Kit Malthouse, también leal a Johnson, es la nueva secretaria de Educación. La combativa Kemi Badenoch, la gran revelación durante la campaña, será secretaria del Comercio. Penny Mordaunt, la tercera candidata que pisó los talones a Truss durante la campaña, ha sido por su parte recompensada como portavoz de los «tories» en la Cámara de los Comunes.