Intento de magnicidio en Argentina: apuntan con una pistola a la cara de Cristina Fernández de Kirchner pero el arma se encasquilla

Intento de magnicidio en Argentina: apuntan con una pistola a la cara de Cristina Fernández de Kirchner pero el arma se encasquilla

La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha sido apuntada con una pistola la noche de este jueves a las puertas de su residencia en el centro de Buenos Aires cuando saludaba a un grupo de seguidores que le manifestaba su apoyo. Según el presidente Alberto Fernández, el arma contenía cinco balas, pero no funcionó cuando el atacante apretó el gatillo.

La televisión argentina muestra cómo un hombre -luego identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel, un ciudadano brasileño de 35 añosapuntó con el arma a la ex presidenta, prácticamente rozando su cabeza, antes de ser reducido y detenido.

«Le puso el revólver en su frente, Cristina se agachó y varios, entre militantes y custodia, lo redujeron», cuenta uno de los manifestantes al diario La Nación.

«Este hecho es de una enorme gravedad, es el más grave que ha sucedido desde que hemos recuperado la democracia», ha argumentado el presidente en un discurso retransmitido en la televisión nacional, que obliga a interrumpir la programación de todos los canales y conectar con las palabras del jefe de Estado.

Fernando Andrés Sabag Montiel, brasileño de 35 años detenido por el intento de magnicidio contra Cristina Fernández.E. M.

«En el marco de una presencia masiva de personas frente al domicilio de la vicepresidenta, un hombre apuntó con un arma de fuego a su cabeza y gatilló. Cristina permanece con vida porque, por una razón todavía no confirmada técnicamente, el arma que contaba con cinco balas, no se disparó pese a haber sido gatillada», ha añadido Fernández, que que ha decretado, seis minutos antes de la medianoche del jueves, un día festivo para este viernes.

Grupos peronistas y afines al kirchnerismo ya anunciaron una movilización al barrio de Recoleta, una zona residencial de clase media-alta y alta en la que vive la dos veces presidenta. La palabra «magnicidio» se ha repetido entre los dirigentes políticos peronistas y medios de comunicación.

Para saber más

Argentina.
Redacción:
MARÍA CRESPO

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Cristina Fernández de Kirchner, de 69 años, se convirtió en la figura central de los últimos y agitados días en la política argentina. La semana pasada, dos fiscales federales pidieron 12 años de prisión para la ex presidenta por corrupción y defraudación al Estado, lo que llevó a varios días de manifestaciones frente a su piso en Buenos Aires por parte de sus seguidores.

Las manifestaciones, que incluyen acampadas en plena calle, han desembocado en un enfrentamiento jurisdiccional entre el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, una entidad federal autónoma, según la Constitución, y el gobierno nacional.

Aunque la policía y la justicia aún no han anunciado resultados de la investigación, el presidente Fernández ha encadenado una serie de conclusiones y deslizó responsabilidades en su discurso.

«Estamos ante un hecho que tiene una gravedad institucional y humana extrema. Se ha atentado contra nuestra vicepresidenta y la paz social ha sido alterada. La Argentina no puede perder ni un minuto más. Ya no hay tiempo. Es necesario desterrar la violencia y el odio del discurso político y mediático y de nuestra vida en sociedad».

«Convoco a todos y a cada uno de los argentinos y argentinas, a toda la dirigencia política y social, a los medios de comunicación y a la sociedad en general, a rechazar cualquier forma de violencia. Necesitamos aislar, no convalidar y repudiar las palabras descalificadoras, estigmatizantes y ofensivas que solo nos dividen y enfrentan».

Fernández, con rostro grave y tono lento y monocorde, ha señalado también que se ha puesto en contacto con la juez a cargo de la investigación y con peticiones concretas. «Le he solicitado que esclarezca rápidamente las responsabilidades y los hechos. También le he solicitado que asegure la vida del acusado directo que se encuentra detenido».

La noticia del intento de atentado a la vicepresidenta, la figura política más polarizante del país, ha desatado un rechazo generalizado. Uno de los primeros en reaccionar ha sido el ex presidente Mauricio Macri (2015-2019), coprotagonista con Fernández de Kirchner de una enemistad política y personal sin retorno.

«Mi repudio absoluto al ataque sufrido por Cristina Kirchner que afortunadamente no ha tenido consecuencias para la vicepresidenta», ha escrito el líder opositor. «Este gravísimo hecho exige un inmediato y profundo esclarecimiento por parte de la justicia y las fuerzas de seguridad».

En el Senado, presidido por Fernández de Kirchner, los diferentes grupos políticos han suscrito un comunicado unánime de repudio. Figuras políticas latinoamericanas afines a la vicepresidenta, como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa, también han denunciado el ataque.

«Toda mi solidaridad con mi compañera Cristina Fernández, víctima de un criminal fascista que no sabe respetar las diferencias y la diversidad», ha escrito Lula, que se medirá el 2 de octubre con Jair Bolsonaro buscando por tercera vez la presidencia de Brasil. «Cristina es una mujer que merece el respeto de todos los demócratas del mundo. Gracias a Dios salió ilesa».