Gustavo Petro, sobre la Comisión de la Verdad: «No puede ser un espacio de venganza»

Gustavo Petro, sobre la Comisión de la Verdad: «No puede ser un espacio de venganza»

Colombia En las audiencias de los altos mandos de las FARC: «Nos convertimos en una fábrica de odios, de dolor» Testigo directo La Colombia olvidada, en manos de los cárteles: «Hoy no amanecí con ganas de matar»

La presencia del presidente electo Gustavo Petro y la ausencia de Iván Duque, representado por su ministro del Interior, Daniel Palacios, refleja la división que existe en Colombia frente a la Comisión de la Verdad desde su gestación. De ahí que la presentación del informe final, que se ha celebrado en un teatro del centro de Bogotá, ha tenido momentos que escocerán a algunos sectores sociales y políticos, en especial al Ejército y al uribismo.

En su discurso, el padre jesuita Francisco de Roux, cabeza de la citada entidad, ha contado que, durante los tres años de trabajo, se han dedicado a «escuchar y acoger el dolor de las víctimas, que no necesita interpretaciones, y a buscar y tratar de explicar por qué ocurrieron esos hechos, y quiénes son los responsables».

Ha aducido que el horror analizado, que abarca sesenta años, ha sido de tal magnitud que al país le tomaría diecisiete años dedicar un minuto a honrar a cada una de las miles de víctimas, civiles en su inmensa mayoría. «¿Por qué dejamos pasar este despedazamiento de nosotros mismos?», ha preguntado. «¿Cómo decir que somos humanos cuando todo esto es parte de nosotros? ¿Cómo nos atrevimos a dejar que pasara y cómo permitimos que continúe?»

Si bien ha mencionado los diferentes crímenes de paramilitares y guerrilleros, entre otros, solo ha ahondado en los llamados «falsos positivos», cuando los militares asesinaban a civiles para presentarlos como subversivos dados de baja en combate, una barbarie que la izquierda achaca a la política de seguridad de Álvaro Uribe.

«No había un ordenamiento escrito, pero el sentir era estar haciendo lo que la institución quería», ha dicho. «Se trataba de un comportamiento corporativo persistente. Funcionarios del Estado violaron la ley y presentaron como triunfo lo que era perverso», ha afirmado. «¿Quién dio la orden? ¿Por qué se llegó a tanta barbaridad? ¿Por qué no intervinieron?», interrogantes que iban dirigidos, sin mencionarles, a Uribe y a su cúpula militar.

El estudio concluye que los mayores índices de violencia sucedieron entre 1995 y el 2005, periodo donde se produjeron el 75% de las víctimas. Ha destacado el «valor ético del acuerdo de La Habana», sellado por Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño, fruto del cual nació la Comisión que él preside.

Son diez los volúmenes que irán dando a conocer desde este martes y hasta finales de agosto. Asimismo, difundirán las recomendaciones de la Comisión para que el país conozca algún día la paz, un documento que ha entregado a Gustavo Petro, presidente que el sacerdote considera idóneo para profundizar el acuerdo de paz con las FARC.

«Es mi primera intervención pública después de aquel domingo», ha señalado Petro en su intervención. «La aproximación a la verdad no puede ser considerada como un espacio de venganza, una extensión de las mismas armas vueltas palabras, vueltas relatos, narraciones de tantas personas que construyeron este informe. Tiene que ser mirado como el aporte de una de las instituciones de la paz, como la posibilidad de una reconciliación«.

Ha agregado que su gobierno ha despertado «expectativa de una paz grande», pero ha advertido «cuántos procesos de paz hemos firmados y cuántas veces hemos vuelto a la violencia. Cortar definitivamente los ciclos de la violencia, implica cortar los ciclos de la venganza. Si convertimos el espacio de la verdad en espacio de reconciliación, en la posibilidad del perdón social, de una era de paz».

Una vez la Comisión de la Verdad concluya sus labores en agosto, nacerá otra entidad que tiene como misión hacer el seguimiento, durante siete años, a la puesta en práctica de sus recomendaciones.

«La Comisión es una desgracia. Un memorando de exaltación del terrorismo y el ritual de entronizar la culpa en toda la sociedad colombiana», le dice a EL MUNDO, Enrique Gómez Hurtado, ex candidato presidencial por el conservador Salvación Nacional. «Las víctimas le debemos pedir perdón a los victimarios».