El Salvador, campeón de la Copa del Rey de rugby en La Cartuja

El Salvador, campeón de la Copa del Rey de rugby en La Cartuja

El SilverStorm El Salvador de Valladolid se proclamó este domingo campeón de la LXXXIX Copa del Rey de rugby, al ganar por 27-26 al Real Ciencias Enerside en el estadio de La Cartuja en una final emocionante, plena de alternativas y que los sevillanos pudieron llevarse con un tiro a palos fallado con el reloj ya a cero.

La indisciplina de los ‘científicos’ y la precisión en las fases de conquista de los vallisoletanos permitió a estos marcharse con puntos en sus tres primeras visitas al campo rival, mediante dos golpes de castigo de Facundo Munilla y un ensayo de Pablo Torres, que antes del posado tumbó a Coco Roldán con una tremenda percusión.

El Real Ciencias Enerside, sin embargo, iba sumando mediante el pie del irlandés Cornac Fox consciente de que la fuerza de su delantera se iría imponiendo, como en el ‘maul’ penetrante que propulsó a Vicente del Hoyo a la zona de marca tras una estampida de Jordi Jorba por el costado derecho.

La última acción de la primera mitad fue la más espectacular del partido, pues el SilverStorm El Salvador defendió durante tres minutos a cinco metros de su zona de marca las acometidas de su rival y resistió hasta la melé final, girada por la primera línea sevillana para que Sam Wasley corriese a anotar desde su posición de octavo (13-18).

El quince sevillano aprovechó la buena inercia para anotar ocho puntos más en el arranque de la segunda mitad, primero con una patada de Fox y, acto seguido, con un espectacular ensayo del centro neozelandés Declan Barnett, que corrió cincuenta metros en diagonal para apoyar junto al banderín tras un acrobático salto

Cuando la suerte del partido parecía decidida, las piernas frescas que salieron desde el banquillo pucelano le dieron la vuelta con dos ensayos entre palos, el primero de Munilla al sacar rápido a una falta a diez metros y el segundo de Du Plooy después de una larga sucesión de embestidas de su delantera.

En el último minuto, la melé científica provocó con su empuje un golpe de castigo con el que Guille Mateu, el encargado de chutar desde la larga distancia, pudo haberle dado el triunfo a su equipo, pero su disparo esquinado desde 45 metros se quedó corto y la Copa se fue a Valladolid, el octavo título copero conquistado por El Salvador.