El INE confirma que los precios subieron un 10,8% en julio y lleva la media del IPC al 8,8% en lo que va de 2022

El INE confirma que los precios subieron un 10,8% en julio y lleva la media del IPC al 8,8% en lo que va de 2022

Un consumidor medio que haya comprado en lo que va de año exactamente los mismos bienes (y la misma cantidad de ellos) que el año pasado, habrá pagado por ellos un 8,8% más, nivel en el que se sitúa la inflación promedio de los primeros siete meses del año después de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) haya confirmado este viernes que el IPC subió un 10,8% en julio, el mayor incremento interanual desde septiembre de 1984.

La cifra coincide con la que adelantó el INE a final del mes pasado, cuando también publicó que la inflación subyacente repuntó seis décimas en tasas interanual hasta situarse en el 6,1% en julio, la tasa más alta desde enero de 1993, también confirmada hoy. Este indicador es importante porque mide la evolución de todos los precios a excepción de los de alimentos y productos energéticos -por ser los más volátiles- y que sirve para saber qué grado de traslación de las subidas se está produciendo a toda la cesta de consumo.

El incremento de los precios en julio, aunque se ha producido de forma generalizada, ha sido más destacado en los alimentos y bebidas no alcohólicas y en la electricidad, aunque también ha influido que el precio de la ropa y el calzado ha bajado menos que en el mismo mes del año pasado porque las rebajas han sido más leves.

Por el contrario, el precio de los carburantes -diésel y gasolina- sí ha bajado en julio en términos interanuales, impulsado entre otras cosas por el descuento de 20 céntimos por litro aprobado por el Ejecutivo, lo que ha aliviado algo el gasto de los turistas este verano.

Pese a que la inflación promedio se sitúa en el 8,8%, el índice que utilizará el Gobierno para revalorizar las pensiones de cara a 2023 -cuando llegue diciembre- será otro, ya que incluirá la inflación interanual que se registró en diciembre de 2021 y excluirá la de diciembre de 2022. Esto supone que, hasta la fecha, las pensiones subirían el próximo año un 8,5%, disparando el gasto de la Seguridad Social.