El duro relato de Nadal tras caer en Roma: «No estoy lesionado, vivo con una lesión»

El duro relato de Nadal tras caer en Roma: «No estoy lesionado, vivo con una lesión»

Rafa Nadal cayó de manera inesperada en el Masters 1000 de Roma frente a Denis Shapovalov. Pocos podían esperar el duro revés sufrido por el español ante el tenista canadiense. Un problema que él conoce perfectamente y que no le permitió dar su mejor versión.

Las molestias en el pie volvieron a aflorar en el tercer set y dejaron muy tocado al balear. Sin embargo, volvió a dar una lección en la rueda de prensa sobre sus reiterativos problemas en la extremidad. «No estoy lesionado, soy un jugador que vive con una lesión, está ahí y mi día a día es complicado. Lo intento, pero es difícil para mí. Muchos días no puedo entrenar bien, hoy en la mitad del segundo set me ha aparecido», aseguraba.

Bien es sabido por todos que Nadal sufre el Síndrome de Müller-Weiss, una enfermedad crónica que ha reaparecido durante su partido frente a Shapovalov.

«Es difícil de entender mi día a día, no pretendo hacerme la víctima. Tengo lo que tengo, mañana me voy a levantar fatal porque no me voy a tomar nada, vivo con montones de antinflamatorios porque si no, no puedo entrenar», relataba Nadal sobre sus día a día.

Pese a ello, el espíritu de lucha sale a relucir con el español, recalcando que él no se va a dejar ir por mucho que le duela. «Si no tomo ningún antinflamatorio voy cojo. Seguiré así hasta que aguante el tema y que mi cabeza diga basta», sentenció sobre el asunto.

Se queda con el buen nivel mostrado

No quiso recrearse con la derrota frente a su rival y trató de buscar la nota positiva. «Durante un rato he jugado a mi mejor nivel desde que he vuelto, no voy a dejar ni de creer ni de luchar par dejar de generarme una oportunidad», explicaba.

«En eso no voy a fallar, voy a hacerlo de la mejor manera pasible. En caso de que haya una remota posibilidad, que esté preparado para pelearla. Eso sí que se hacerlo», concretaba.

Roland Garros, en el horizonte

Su presencia en Roma era clave para preparar de la manera más adecuada su torneo fetiche: Roland Garros. Sumar minutos en pista y adaptarse lo máximo posible a las características de París era el objetivo.

El haber caído en su segundo partido no le supone un paso atrás en sus ambiciones. «Miremos hacia adelante, mi cabeza sigue preparada para asumir el reto. Sigo creyendo que voy a tener mis opciones la semana que viene. Solo tengo que conseguir que mis pies me permitan jugar. Tengo confianza, he visto cosas positivas», sentenció Nadal.