El chavismo ataca al presidente argentino por retener un avión en Buenos Aires pretendido por EEUU

El chavismo ataca al presidente argentino por retener un avión en Buenos Aires pretendido por EEUU

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Un puñado de declaraciones hicieron enmudecer al gobierno argentino, descolocado por el furibundo ataque del chavismo, ese régimen al que trata con mano de seda y al que ve como aliado ideológico en la región. Un misterioso Boeing 747 varado desde hace semanas en el aeropuerto internacional de Ezeiza, en las afueras de Buenos Aires, es el detonante de la crisis entre Caracas y Buenos Aires. Un avión que ahora pretende confiscar Estados Unidos.

«El presidente de Argentina tiene secuestrado este avión y antes tenía secuestrada a la tripulación», dijo esta semana Diosdado Cabello, número dos del régimen venezolano.

«No entendemos cuál es el ensañamiento contra nuestro país, no entendemos. Sabemos que él (Alberto Fernández) tiene quien le da órdenes, porque eso es cumplir una orden del imperialismo. Después surge una orden judicial desde Miami que ellos están dispuestos a cumplir, pero no están dispuestos a cumplir las leyes y ordenamientos del derecho internacional», añadió Cabello.

«El avión es de Venezuela y está secuestrado por el gobierno del presidente Fernández, que es el único responsable de lo que ocurra con ese avión y la tripulación venezolana», insistió Cabello, que no fue el único en responsabilizar directamente a Fernández por las decisiones de la justicia argentina.

«Ahora se nos quiere robar un avión en Argentina por una decisión de un tribunal de La Florida ¿O sea que, a partir de ahora, un tribunal de La Florida o Nueva York decide quitarle un barco, un avión o cualquier propiedad a Venezuela o a cualquier país y puede hacerlo? ¿No hay dominio soberano? ¿O es que en Argentina mandan los tribunales de Estados Unidos?», aguijoneo el presidente Maduro.

«Pido el apoyo a los movimientos sociales, sindicales y políticos de la Argentina patriótica, de la Argentina peronista, para Venezuela, para el rescate del avión, para la liberación de los pilotos secuestrados. Pido el apoyo de Argentina», añadió el presidente, sin explicar a qué se refiere con «la Argentina peronista». Fernández pertenece al peronismo.

Este jueves, el embajador argentino en Caracas, Oscar Lamberto, recibió a un grupo de dirigentes chavistas que le reclamaron la liberación del avión y su tripulación. Entre ellos estaba el diputado Pedro Carreño, que días atrás calificó al jefe de Estado argentino de «pelele, títere, jalabolas del imperio».

El avión, que llegó el 6 de junio a Argentina desde Paraguay y tras ser rechazado por Uruguay, pertenece a la compañía venezolana Emtrasur, y lleva tripulación venezolana e iraní. El gobierno de Estados Unidos cree que tiene vínculos con el terrorismo internacional, algo que investigan la justicia argentina y paraguaya.

Este último martes, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos solicitó a Argentina que le permita confiscar la aeronave. Según Washington, el avión, de fabricación estadounidense, está sujeto a sanciones, ya que su transferencia por parte de la empresa iraní Mahan Air a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), viola las leyes de exportación del país norteamericano.

Este jueves, la fiscal federal Cecilia Incardona, a cargo del caso, dictaminó que corresponde hacer lugar al pedido de la justicia estadounidense. La decisión definitiva queda ahora en manos del juez federal Federico Villena.

Tras un día completo de silencio, el gobierno argentino abordó de manera tangencial los insultos del chavismo al presidente Fernández y a su gobierno. «Entendemos que son expresiones de diferentes actores de la vida venezolana, como muchísimas veces actores de la vida argentina han tenido expresiones muy fuertes con respecto a Venezuela y eso no implica un incidente diplomático«, dijo la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti.

El diario argentino «La Nación» explicó con precisión los detalles del enrevesado caso: «Estados Unidos entiende que el avión debe ser incautado porque se violó una resolución de comercio que impone la autorización previa de su gobierno para vender determinados activos -entre ellos, aviones y sus repuestos-, como también le otorga la facultad de prohibir la venta -o incluso la reventa a terceros- de esos mismos activos».

«Nada de eso es delito en Argentina, donde se investiga si hay relación entre el avión y la tripulación con actividades terroristas de Hezbollah. Aún no hay evidencia y por eso el avión está retenido y los tripulantes con sus pasaportes en poder de la Justicia y se les prohíbe salir del país, aunque no están presos».