El BCE defiende su estrategia de subida de tipos ante la presión de los mercados y la preocupación de los hogares

El BCE defiende su estrategia de subida de tipos ante la presión de los mercados y la preocupación de los hogares

El Banco Central Europeo (BCE) ha encendido el altavoz para reafirmar su hoja de ruta en la normalización monetaria y dejar claro que la subida de los tipos de interés en la zona euro no sólo está sobre la mesa, sino que será inmediata y proporcional para hacer frente a la presión de la inflación galopante en Europa. «La tasa de inflación no sería muy diferente si hubiéramos comenzado a normalizar antes», ha defendido este miércoles Philip Lane, economista jefe de la entidad, en un coloquio organizado por la Fundación Ramón Areces en Madrid.

El ejecutivo irlandés ha explicado que en gran medida la tasa actual de inflación «es importada» y proviene de un shock de oferta, por lo que no habría habido un gran cambio de empezar antes a normalizar la política monetaria. Sus declaraciones se unen al mensaje lanzado por Christine Lagarde la víspera, en el que adelantaba que la primera subida de tipos se producirá en julio y que en septiembre dejarán atrás las tasas negativas

De esta forma, el BCE ha intensificado sus mensajes en los últimos días, por un lado, para marcar el paso ante los mercados, que llevan meses presionando para que se sume a la estela de subidas de otros grandes bancos centrales y, por otro lado, para intentar transmitir tranquilidad a los hogares europeos, que han comenzado a dar síntomas de preocupación. No en vano, la tasa de inflación se situó en abril en el 7,4% en la Eurozona, lo que supone el mayor encarecimiento de los precios en la región de toda la serie histórica.

La reducción del poder adquisitivo de los ciudadanos es una de las principales preocupaciones entre las autoridades y gobiernos europeos, aunque son los inversores quienes más han cuestionado la estrategia seguida por el BCE en los últimos meses. Muchos consideran que va con retraso respecto a otros supervisores como la Reserva Federal de EEUU (Fed) o el Banco de Inglaterra, por citar algunos que ya han comenzado a encarecer el dinero.

Por ese motivo, la propia Lagarde firmaba el lunes un post en el blog del BCE en el que se mostraba confiada en iniciar la subida de tipos en julio. Era su particular manera de acallar el ruido de las últimas semanas y frenar la especulación a falta de dos semanas para la próxima reunión del Consejo de Gobierno de la entidad.

Por ese motivo también, Philip Lane ha defendido hoy la actuación europea. «Es un principio importante que si ignoras el problema tendrás que abordarlo más adelante, pero no hemos ignorado el problema», ha dicho. «Hemos estado hablando en el último año sobre la normalización de la política monetaria. Dependemos mucho de los datos y haremos los ajustes en base a ellos», ha explicado.

Los pronósticos del mercado especulan con subidas entre 25 y 50 puntos básicos, aunque el BCE no ha querido aclarar nada al respecto. Por el contrario, asegura que sus próximos pasos vendrán guiados por la evolución de la inflación y por la marcha de la economía europea, cuya principal amenaza sigue siendo la guerra en Ucrania. «La velocidad exacta de los siguientes movimientos de política monetaria después del tercer trimestre se decidirá en función de la economía», ha insistido Lane.

En lo que no tiene dudas Lane y el propio BCE es en que no pueden dejarse los tipos de interés al nivel actual. «Necesitamos normalizar, absolutamente», aseveró, rotundo, el ejecutivo irlandés. Pese a que las presiones inflacionistas se mantendrán durante todo este año, el BCE sigue siendo optimista de cara a los dos próximos ejercicios y pronostica que la inflación se rebajará a niveles próximos al objetivo del 2% en 2023 y 2024.